Evitar las defensas bajas y mantener un sistema inmunitario saludable es muy importante para numerosas funciones, y sobre todo para mantener la salud del organismo.
Es por ello muy importante mantener un sistema inmunitario saludable, ya que puede deteriorarse a causa de numerosos factores, entre ellos el estrés, la falta de sueño, el cansancio, el sedentarismo y, por supuesto, una mala alimentación. Una dieta mediterránea rica y equilibrada, con variedad de frutas, verduras, hortalizas, legumbres y semillas, así como carnes magras, huevos y pescado, es la mejor aliada de nuestra salud en general y de nuestro sistema inmune en particular. Practicar ejercicio físico con regularidad –siempre con una parte de tonificación para mantener en buen estado la masa muscular–, dormir bien, evitar el estrés y buscar mecanismos para mejorar nuestro bienestar físico y psíquico (yoga, paseos, mindfulness…) son otros de los hábitos que debemos incorporar para ayudar a tener un sistema inmune sano y fuerte.
A continuación, detallaremos cinco señales que nos pueden estar alertando de que nuestro sistema inmunológico necesita un plus de cuidados:
1.Mala higiene de sueño
¿Mucho sueño? ¿Cansancio diario? Dormir pocas horas o pasar unos días sin descansar puede hacer que el sistema inmunitario se debilite, de modo que no pueda hacer frente a agresiones externas como, por ejemplo, los patógenos. Un estudio publicado en la revista Sleep señala que la falta de sueño puede “apagar” los procesos del sistema inmunitario relacionados con los glóbulos blancos.
Es importante remarcar que si tenemos alguna dificultad del sueño (retraso en el inicio o mala calidad del sueño, despertares nocturnos) sería conveniente consultar a un profesional sanitario o especialista para que evalúe nuestro estado de salud en general y sepa asesorarnos en una correcta higiene del sueño.
2. Una vida estresante
Pese a que el estrés no afecta a todas las personas de la misma manera, puede ser un factor determinante en nuestro día a día también relacionadas con el sistema inmune. Una revisión de investigaciones publicada en el Journal of Consulting and Clinical Psychology señala que el estrés, la falta de afecto y el desánimo alteran las células que modulan el sistema inmune.
Pese a que combatir el estrés y la ansiedad suele ser la asignatura pendiente de muchas personas en los países desarrollados, es fundamental buscar vías para poder canalizarlo, desde la práctica de ejercicio físico a las actividades creativas de cualquier índole.
3. Una dieta pobre y desequilibrada
La Sociedad Internacional de Inmunonutrición recomienda una dieta rica en alimentos con ingredientes antioxidantes como la vitamina C, el zinc y el selenio para contribuir al funcionamiento normal del sistema inmunitario. Lo más aconsejable para el sistema inmunitario, por tanto, es seguir una dieta mediterránea, que priorice el consumo de frutas, verduras y hortalizas, con un alto aporte de semillas, legumbres, cereales, huevos, pescado y carnes magras.
4. Cansancio persistente
En ocasiones es circunstancial y se debe a un ritmo de vida frenético, pero si el malestar de cuerpo y el cansancio es persistente, puede ser una señal de que tenemos el sistema inmune debilitado.
Si tenemos estos cinco puntos en mente podremos ayudar a nuestro cuerpo a sentirse mejor. ¡A por el otoño!